10 SECRETOS SHAOLIN DE LA ETERNA
JUVENTUD EXPLICADOS.
Al igual que cada proceso del
organismo el pensamiento también necesita energía (QI).
Cada función corporal está
sustentada por un órgano o grupo de órganos. Así por ejemplo a nivel emocional,
cada vez que nos “visita” un ataque de ira, estaremos sacando la energía que
nutre esa ira del Hígado. Cuando nos alegramos, quien suministra el Qi
necesario es el Corazón. Cuando tenemos miedo, la emoción es soportada por el
Qi de los Riñones. Si nos preocupamos y posteriormente nos ponemos tristes será
el Pulmón quien aporte el Qi. Si pensamos demasiado a nivel intelectual* es el
Bazo quien facilita esa función cerebral de reflexión.
Por eso como cualquier actividad
emocional o intelectual requiere su nutrición por parte del órgano
correspondiente, si esa emoción la mantenemos durante mucho tiempo como algo
típico en nuestro modelo de vida, terminaremos por debilitar la fuente que
suministra la energía, que en el caso del pensamiento reflexivo es el Bazo.
Cuando esto es así pueden surgir
más fácilmente síntomas como: acumulación y retención de líquidos, problemas
intestinales, pérdida de apetito, palpitaciones cardíacas, etc. Estando todos
estos síntomas relacionados con desequilibrios en las funciones energéticas del
Bazo.
Por eso el axioma dice: no
pienses demasiado o dañarás tu energía.
* La acupuntura constitucional
nos enseña que hay dos tipos de pensamiento reflexivo: uno atañe al Bazo, es el
tipo de pensamiento que usamos de modo lógico para solucionar un problema
matemático o una situación difícil en nuestra vida cotidiana. El otro atañe al
Pulmón, y es un tipo de pensamiento también reflexivo que permite que nos
enredemos en un problema recomiéndonos constantemente, pero que no llega a
aportar una solución, por lo que finamente al no encontrar una salida derivará
en la emoción de tristeza y posteriormente depresión.
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