viernes, 17 de abril de 2015

INFORMACION CURSO INICIACION AL QI GONG


  ESCUELA   DE    MANOPUNTURA   CONSTITUCIONAL   COREANA




K              E               N               S              H             O



Iniciación al

QI GONG


Viajarás a través de tu cuerpo y de tu corazón de la mano de un instructor profesional de la Medicina Tradicional China y Medicina Constitucional Coreana en una experiencia sutil y sensorial con la que aprenderás:
           

- Ejercicios prácticos del Qi Gong para aumentar nuestra vitalidad.
- Las causas de la enfermedad desde la visión oriental de la Medicina Tradicional China.
- Un sencillo método de Meditación para equilibrar tu mente y alcanzar la Paz Interior.
  


INFORMACION:

Fechas: 5 y 6 de setiembre de 2015.
Lugar: Jardines privados colegio SS.CC. Miranda de Ebro.
Precio:  80€. Acompañante familiar 50€. Repetidores 40€.
Instructor del curso: Tomás Benítez Zunzunegui.

Reserva de plaza: ingreso de  20€ en la cta. de Kutxabank: 2095 3297 71 1094387734
Indicando NOMBRE Y DOS APELLIDOS de la persona que asistirá. 
Enviar copia del resguardo a: info@kensho.com.es





Más información: 660 043 680              /              web: www.kensho.com.es

viernes, 3 de abril de 2015

Secreto nº 10. El Shaolin lo da todo. El objetivo de su formación es equilibrar elYin y el Yang. Cuantas horas sean necesarias no es importante. Todo se reduce a saber lo que su cuerpo necesita.


Este secreto explica que el monje Shaolin no se guarda ninguna acción dentro de sí. Cuando debe actuar, actúa, cuando debe detenerse y aceptar fluyendo, se detiene. 
De este modo ejecuta con maestría el antagonismo entre ambas energías yin yang sin importarle el tiempo que sea necesario para ejecutar cada estado de equilibrio, ya que conoce que desde el poder de su equilibrio, lo tiene todo.



Lo único que necesita es conocerse a sí mismo, porque de ese conocimiento se deriva saber lo que le conviene y lo que no, lo que necesita y lo que no, lo que puede y no puede hacer para recuperar su poder. Para ello es necesario el coraje, puesto que tan necesario es el valor para poder actuar, como para dejar de hacerlo aceptando las cosas e introducirse en el silencio y la paz del interior. Es debido a esto por lo que son conocidos y mundialmente admirados, por tener el coraje de dedicar cada instante de su vida plenamente a lo que sea necesario con tal de acceder a su equilibrio.
Conoce tu constitución energética, las tendencias que te caracterizan a nivel físico y emocional, tus órganos fuertes y débiles y las herramientas para equilibrar tu peculiar energía personal con los cursos de la Escuela Kensho.







Secreto nº 9. Si siempre estás realizando ejercicio y nunca penetras en tu paz interior con meditación, no regenerarás la energía Yang por lo que podrías agotarla.


Cuando una persona está de modo permanente realizando actividades físicas, está gastando su energía nerviosa yang o de activación. Las necesidades energéticas para realizar este tipo de trabajo se satisfacen “quemando” energía yin del organismo. La energía yin se extrae de los órganos y proporciona autonomía hasta que se termina agotando.




Es como si quisiéramos tener un hogar encendido permanentemente suministrando troncos de leña de la leñera, pero si no reponemos la leña (yin) tarde o temprano se agotará y nos quedaremos sin fuego (yang).




El modo que tiene el organismo de reajustar y reponer la “leña” o energía nutritiva yin, es el descanso. Entrar en períodos de descanso profundo, como los que facilitan la meditación o el Qi Gong entre otras técnicas, hace posible que las energías del organismo se dirijan hacia adentro a sus niveles más profundos (órganos), en un movimiento de retracción de las energías del mismo modo como se recogen hacia el interior las antenas de un caracol, regenerando de este modo nuestra energía más nutritiva y los órganos.




Cuando no descansamos a estos niveles y continuamos realizando ejercicios físicos de intensidad cada día, el organismo entrará en desequilibrio produciéndose las típicas lesiones deportivas tendino musculares, lesiones que en algunos casos y a pesar de los insistentes tratamientos no podrán restaurarse, puesto que el problema reside no en el músculo o tendón, sino en el hecho de que el organismo no dispone ya de nutrición yin para regenerar la lesión.

Por otro lado si no hay yin (leña) no podrá existir fuego (yang), por lo que el deportista comenzará a presentar desgana, apatía, incluso depresión, falta de chispa, frilosidad en extremidades, y si aún así continua ejercitándose seguirá el empeoramiento de síntomas que evidencian agotamiento del yang por falta de energía yin que lo sustente: palpitaciones, diarreas, mareos, etc.

Lo mejor de uno mismo solo podemos alcanzar a darlo desde un estado de equilibrio, los extremos son débiles, porque a ambos les falta la energía que lo complementa. Tanto un exceso de ejercicio como un exceso de actividad solo traen desequilibrios y trastornos.



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miércoles, 1 de abril de 2015

Secreto nº 8. Si sientes constantemente la necesidad de hacer ejercicio físico y nunca lo haces, esto te hace perder el equilibrio y te tornarás impaciente.

 Se pierde el Yin del cuerpo. El ejercicio equilibra el Yin y el Yang.

Nuestro sistema nervioso se comunica con nosotros por medio de nuestro cuerpo  físico, éste nos hace sentir determinadas sensaciones que nos indican las necesidades que tiene el organismo para equilibrarse.

Hay ocasiones en las que sentimos la necesidad de realizar ejercicio, es un intento del organismo de reajustar algunas funciones del sistema nervioso por medio de la actividad física (movimiento yang de la energía). En esos momentos nuestro cuerpo está preparado para realizar este tipo de actividad, pero si no la ejecutamos vamos a entrar en una dinámica de tensión interna permanente. Es una necesidad vital no expresada, que agotará la energía yin de nuestros órganos debido a la permanente tensión nerviosa que no es transformada y sacada al exterior en forma de movimientos.

Cuando se pierde el yin, estamos perdiendo la energía de los órganos macizos del organismo (Corazón, Bazo, Pulmones, Riñones e Hígado), por lo que con el tiempo esta tensión nerviosa interna inexpresada dañará la energía de nuestros órganos afectando a sus funciones, surgiendo síntomas como: palpitaciones, respiración corta, diarreas, falta de apetito, trastornos en la evacuación de líquidos, problemas tendino musculares, etc.




Por el contrario si nos ejercitamos, estaremos transformando en movimientos los impulsos nerviosos internos preparados para tal fin, con lo que se producirá un equilibrio entre nuestra energía yin (sistema nervioso parasimpático) y nuestra energía yang (sistema nervioso simpático). En una metáfora de la naturaleza donde la pleamar es yang y la bajamar yin, podemos ver como es necesario el ajuste entre ambas energía para que ocurran las mareas, ya que si siempre hubiese pleamar o siempre hubiese bajamar, éstas no sucederían.

Del mismo modo en nuestro organismo deben ocurrir este tipo de “mareas” energéticas entre las diferentes partes de nuestro cuerpo. Cuando esto es así, lo que se conoce como la danza de las energías, es cuando la vida sucede en nuestro interior como una plétora lógica del equilibrio entre el yin y yang.



Secreto nº 7. Cuando hagas las cosas, tómate tu tiempo, no te apresures demasiado. Recuerda el dicho “Apresúrate lentamente que pronto llegará”.


Nuestro modo de vivir “civilizado” es terriblemente exigente para nuestra salud. En lo salvaje todo tiene su tiempo, y aunque nos parezca pausado y lento, todo finalmente termina por llegar.


En las sociedades civilizadas solo reza un eslogan: ser el más rápido, el más completo, el mejor, ser el más…productivo. Cuando hacemos de ese rezo nuestra oración diaria, los problemas no van a tardar en aparecer. Uno comienza a tener prisa por lograr resultados evidentes, con lo que el estrés hace acto de presencia y con él trastornos tan civilizados como: ansiedad, insomnio, úlceras digestivas, familias desestructuradas, enfermedades nerviosas, todo un vivir sin haber vivido.




Recuerdo en mi adolescencia una situación, haciendo autostop me recogió un hombre de negocios de mediana edad en un flamante vehículo de gama alta. Realizó el recorrido por la autopista a 180 km/h sin mediar palabra durante una hora aproximadamente, estaba pero no estaba "presente". Como mi destino le pillaba de paso, al llegar detuvo el vehículo en el arcén, y al bajarse para darme la maleta me dijo deteniéndose solo un instante: vive la vida chaval, se pasa volando, se pasa volando, exclamó dos veces. Y miró levemente el suelo sintiendo que así se había pasado ya su vida. A continuación arrancó el vehículo apresuradamente y siguió, supongo yo, su viaje a 180 km/h.


Lo tomé como un mensaje de un poderoso y civilizado hombre de negocios, al que se le fue su vida sin vivir salvaje. Cuando vivimos al ritmo de lo salvaje y natural, sabemos esperar porque realmente no estamos esperando, estamos viviendo ese momento, andando el camino a ritmo pausado. Entonces en ausencia de prisa, uno puede detenerse y mirar el arco iris un instante, saborear el Qi de la ráfaga de viento que asoma a nuestro cara, pararse a oler una flor, en definitiva vivir los acontecimientos desde la consciencia del momento pausado, del instante presente con sus regalos.
Desde que un agricultor planta el trigo hasta que lo comemos en forma de pan en nuestra mesa han de pasar cerca de nueve meses. Ahora nuestra ambición civilizada pretende conseguir dos y más cosechas de algunos productos que la naturaleza ha dispuesto que sean recogidos una sola vez al año. ¿Somos más inteligentes que la propia Naturaleza? O estamos abriendo el vientre de la gallina de los huevos de oro llamada Madre Tierra ¿?


Cuando vivimos en lo salvaje, los resultados también llegarán, pero no cuando el rezo del “más rápido y más productivo” quisieran, sino cuando lo salvaje determine en su sabiduría natural que debe ser, sucediendo por sí solo mientras andamos el camino recogiendo y viviendo sus regalos.



Vive salvaje, apresurado de modo lento, y cuando por fin llegue lo que pretendes mucho antes de lo que imaginabas, estarás gozoso del resultado final, y aunque la vida también se haya pasado volando, estará impreso en nosotros la vivencia de esa flor, ese arco iris, esa ráfaga de Qi en el rostro, eso te dejará saciado de vida, eso te deja en paz.




Más información y próximos cursos en breve en: http://escuelakensho.blogspot.com.es

Secreto nº 6. Cuando comas alimentos no comas demasiado

Secreto nº 6. Cuando comas alimentos no comas demasiado, siempre asegúrate de que no estés muy lleno, ya que esto puede dañar el bazo. Cuando sientas un poco de hambre, come un poco.

Es importante no comer en exceso, ya que esto perjudica la energía del Bazo. Es este órgano quien pone a disposición su energía para poder realizar la función digestiva, también llamado proceso de Termogénesis, que representa la energía que se requiere “invertir” para los procesos de la digestión: absorción, transformación y transporte de los alimentos ingeridos.

Si comemos demasiadas cantidades, el Bazo puede terminar agotando su energía, del mismo modo que un pozo termina por secarse agotando sus capas freáticas si extraemos agua de él constantemente.

Se debe tener en cuenta que hay cierto retraso en la comunicación del Estómago al cerebro de la sensación de saciedad, esto quiere decir que cuando nuestro cerebro recoge la señal de que el Estómago está lleno y dejamos de comer, ya es demasiado tarde, pues esa señal estaba ocurriendo entre unos 10 a 15 minutos antes, según la velocidad de ingesta de cada cual.




Por eso es más adecuado ingerir menos cantidades de alimentos y comer algo simple cuando de nuevo percibamos la sensación de hambre. Si conservamos la capacidad energética de nuestro Bazo, éste podrá seguir realizando sus funciones digestivas correctamente y dejarán de producirse aspectos lógicos de un mal metabolismo digestivo como retención de líquidos, estreñimiento o diarreas, obesidad, ansiedad, etc,