Secreto nº 6. Cuando comas alimentos no comas demasiado, siempre asegúrate
de que no estés muy lleno, ya que esto puede dañar el bazo. Cuando sientas un
poco de hambre, come un poco.
Es importante no comer en exceso, ya que esto perjudica la energía del
Bazo. Es este órgano quien pone a disposición su energía para poder realizar la
función digestiva, también llamado proceso de Termogénesis, que representa la energía que se
requiere “invertir” para los procesos
de la digestión: absorción,
transformación y transporte de los alimentos ingeridos.
Si comemos demasiadas cantidades, el Bazo puede terminar agotando su energía,
del mismo modo que un pozo termina por secarse agotando sus capas freáticas si
extraemos agua de él constantemente.
Se debe tener en cuenta que hay cierto retraso en la comunicación del
Estómago al cerebro de la sensación de saciedad, esto quiere decir que cuando
nuestro cerebro recoge la señal de que el Estómago está lleno y dejamos de
comer, ya es demasiado tarde, pues esa señal estaba ocurriendo entre unos 10 a
15 minutos antes, según la velocidad de ingesta de cada cual.
Por eso es más adecuado ingerir menos cantidades de alimentos y comer
algo simple cuando de nuevo percibamos la sensación de hambre. Si conservamos
la capacidad energética de nuestro Bazo, éste podrá seguir realizando sus
funciones digestivas correctamente y dejarán de producirse aspectos lógicos de
un mal metabolismo digestivo como retención de líquidos, estreñimiento o diarreas,
obesidad, ansiedad, etc,
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